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Mostrando entradas de 2018

LA AUTORIDAD QUE NUNCA FALLA

La autoridad en los cielos y en la tierra es Dios,  la autoridad de una nación es su presidente,  la autoridad en una región es el gobernador,  la autoridad de una ciudad es el alcalde,  la autoridad en el hogar es el padre de familia,  lo importante la única autoridad que nunca falla es Dios,  pero  cuando hay Rebeldía en una nación,  en un pueblo,  o en el hogar,  es cuando rechazan la bendición,  es por eso qué Dios dice,  más que la fe más que la ciencia más que todo el amor es lo más importante.

LA SABIDURÍA TERRENAL,ANIMAL Y DIABÓLICA y

LA SABIDURÍA TERRENAL,ANIMAL Y DIABÓLICA 14 Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; 15 porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. 16 Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.(St.3:14-16 RV 1960) La sabiduría terrenal procura satisfacer los deseos y las tendencias que provienen de lo íntimo del hombre natural. Ósea el hombre carnal que esta separado de Cristo y su amor. Debe de tomarse en cuenta que estas tendencias se manifiestan muy a menudo en los miembros de iglesia y repetidas veces en las familias cristianas. La sabiduría diabólica o demoniaca. A esta pretendida sabiduría no sólo le faltan las características de la sabiduría que es "de lo alto", sino que contiene elementos que son característicos de los demonios. Lucifer no se sintió satisfecho con la sabiduría que Dios le había dado (Eze. 28:17), y se

PALABRA VIVA

NÚmeros 14:8 Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel.

CRISTO NUESTRA ROCA

Lucas 6:48 Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca.

EL GOZO DE JESUS

Lucas 10:21 En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.