Aquí podemos ver como eran estos hombres, antes del proceso divino que los convirtió en “Los valientes de David”. Esto es lo que el Señor hace con cada cristiano: Lo trasforma, lo moldea y le da un propósito. El texto hace referencia a cuatrocientos hombres, que huyeron porque estaban en problemas, y se juntaron con David, que también atravesaba muchísimas dificultades. David se encontró con estos hombres en un lugar llamado “La cueva de Adulam”. Seguramente, ellos sufrían diferentes tipos de problemas: Familiares, físicos, económicos y espirituales. Pero al encontrarse con David, comenzaron a ser impactados por su manera de vivir. Estos hombres alcanzaron el éxito y acompañaron a David en su visión, dejando atrás al espíritu de fracaso, para pasar a tener un espíritu de valentía, realizando proezas extraordinarias. Tres ejemplos claros en 2 Samuel 23:8-17 de hombres que transformaron sus fracasos en éxitos: Eleazar: Uno solo mató a ochocientos hombres. Él mismo que antes tenía
PARA QUE VUESTRA FE NO ESTÉ FUNDADA EN LA SABIDURÍA DE LOS HOMBRES, SINO EN EL PODER DE DIOS. 2 corintios 2:5