Aquí podemos ver como eran estos hombres, antes del proceso divino que los convirtió en “Los valientes de David”. Esto es lo que el Señor hace con cada cristiano: Lo trasforma, lo moldea y le da un propósito. El texto hace referencia a cuatrocientos hombres, que huyeron porque estaban en problemas, y se juntaron con David, que también atravesaba muchísimas dificultades. David se encontró con estos hombres en un lugar llamado “La cueva de Adulam”. Seguramente, ellos sufrían diferentes tipos de problemas: Familiares, físicos, económicos y espirituales. Pero al encontrarse con David, comenzaron a ser impactados por su manera de vivir. Estos hombres alcanzaron el éxito y acompañaron a David en su visión, dejando atrás al espíritu de fracaso, para pasar a tener un espíritu de valentía, realizando proezas extraordinarias.
Tres ejemplos claros en 2 Samuel 23:8-17 de hombres que transformaron sus fracasos en éxitos:
Eleazar:
Uno solo mató a ochocientos hombres. Él mismo que antes tenía un espíritu de fracaso. En el vs. 9 y 10, la Escritura cuenta que Eleazar se quedó solo con su espada, luchando contra los enemigos. La mano se le pegó a su arma de pelear. Luego de vencer, el pueblo y sus amigos volvieron a recoger el motín, cuando todo lo peor ya había pasado. Esto nos deja una gran enseñanza. Los que pasan del fracaso al éxito, son aquellos que dicen: - “Si, se puede”; cuando los demás dicen “no se puede”. En el libro de Efesios, dice que la Biblia es la espada del Espíritu. Esto significa que tenemos una “arma espiritual” y cada vez que declaremos la Palabra de Dios, nuestros enemigos tendrán que huir. Los verdaderos cristianos dicen que si se puede vivir de una manera distinta, marcando la diferencia. ¿Cómo lo podemos demostrar? Si los demás mienten, nosotros no. Si los demás roban, nosotros no. Si algunos “chismean”, nosotros no. ¡Dios te dio un espíritu diferente! ¡El mismo que estaba sobre esos valientes!
Uno solo mató a ochocientos hombres. Él mismo que antes tenía un espíritu de fracaso. En el vs. 9 y 10, la Escritura cuenta que Eleazar se quedó solo con su espada, luchando contra los enemigos. La mano se le pegó a su arma de pelear. Luego de vencer, el pueblo y sus amigos volvieron a recoger el motín, cuando todo lo peor ya había pasado. Esto nos deja una gran enseñanza. Los que pasan del fracaso al éxito, son aquellos que dicen: - “Si, se puede”; cuando los demás dicen “no se puede”. En el libro de Efesios, dice que la Biblia es la espada del Espíritu. Esto significa que tenemos una “arma espiritual” y cada vez que declaremos la Palabra de Dios, nuestros enemigos tendrán que huir. Los verdaderos cristianos dicen que si se puede vivir de una manera distinta, marcando la diferencia. ¿Cómo lo podemos demostrar? Si los demás mienten, nosotros no. Si los demás roban, nosotros no. Si algunos “chismean”, nosotros no. ¡Dios te dio un espíritu diferente! ¡El mismo que estaba sobre esos valientes!
Sama:
En los versículos 11 y 12, nos habla de un hombre que tenía un terreno para sembrar. Había trabajado y tenía allí muchas lentejas para cosechar. Vinieron los filisteos y le dijeron: - “Esta tierra ahora en nuestra, porque nosotros somos más”. Y el pueblo y los militares de Israel volvieron a huir. Sama se quedó parado en medio de su terreno y lo defendió. Él peleó por lo que le pertenecía. Hoy Dios te va a dar la unción para que defiendas todo lo que Él te dio: tu familia, tu destino, tu propiedad y tu salud. Él te dice: “Párate y declara que Yo estoy contigo, y te voy a bendecir” ¡Dios va a hacer huir a todos tus enemigos! La Biblia dice que el diablo vino para matar, robar y destruir todo lo que es tuyo. Pero El Señor te dice: “Defiende tu territorio, parándote firme, porque Mí Palabra asegura que ningún arma forjada contra ti prosperará”. Tenemos la espada del Espíritu (La Biblia), para resistir las obras de las tinieblas.
En los versículos 11 y 12, nos habla de un hombre que tenía un terreno para sembrar. Había trabajado y tenía allí muchas lentejas para cosechar. Vinieron los filisteos y le dijeron: - “Esta tierra ahora en nuestra, porque nosotros somos más”. Y el pueblo y los militares de Israel volvieron a huir. Sama se quedó parado en medio de su terreno y lo defendió. Él peleó por lo que le pertenecía. Hoy Dios te va a dar la unción para que defiendas todo lo que Él te dio: tu familia, tu destino, tu propiedad y tu salud. Él te dice: “Párate y declara que Yo estoy contigo, y te voy a bendecir” ¡Dios va a hacer huir a todos tus enemigos! La Biblia dice que el diablo vino para matar, robar y destruir todo lo que es tuyo. Pero El Señor te dice: “Defiende tu territorio, parándote firme, porque Mí Palabra asegura que ningún arma forjada contra ti prosperará”. Tenemos la espada del Espíritu (La Biblia), para resistir las obras de las tinieblas.
Los tres valientes:
En los versículos del 13 al 17, David estaba en un monte, en el cual se encontraba una guarnición de soldados filisteos. Ese lugar había miles de enemigos. La historia cuenta que David dijo, en forma de deseo: - “Me gustaría beber del agua del pozo de Belén”. Estos tres valientes lo oyeron, y salieron al instante hacia aquel lugar. Se enfrentaron a los filisteos para cumplir el deseo de su líder. David luego ofrendó el agua al Señor. Nosotros hubiéramos dicho: “Esto es imposible. No lo vamos a lograr”. En el lenguaje de los valientes, la palabra “imposible” no se pronuncia, porque ellos saben que para Dios todas las cosas son posibles. El deseo de Dios es que vayamos y llevemos vida a las personas. Que llevemos avivamiento, esperanza y seamos luz en medio de esta sociedad.
En los versículos del 13 al 17, David estaba en un monte, en el cual se encontraba una guarnición de soldados filisteos. Ese lugar había miles de enemigos. La historia cuenta que David dijo, en forma de deseo: - “Me gustaría beber del agua del pozo de Belén”. Estos tres valientes lo oyeron, y salieron al instante hacia aquel lugar. Se enfrentaron a los filisteos para cumplir el deseo de su líder. David luego ofrendó el agua al Señor. Nosotros hubiéramos dicho: “Esto es imposible. No lo vamos a lograr”. En el lenguaje de los valientes, la palabra “imposible” no se pronuncia, porque ellos saben que para Dios todas las cosas son posibles. El deseo de Dios es que vayamos y llevemos vida a las personas. Que llevemos avivamiento, esperanza y seamos luz en medio de esta sociedad.
Estas son tres actitudes claves de las personas que transforman sus fracasos en éxitos:
1- Los que pasan del fracaso al éxito son aquellos que dicen, “Si se puede”, cuando los demás dicen “No se puede”.
2- Son aquellos que defienden lo que les pertenece, todo lo que Dios les dio, como por ejemplo: su santidad, su familia, su destino y su salud. Se paran en medio y comienzan a declarar la victoria por medio de la palabra de Dios.
3- En el lenguaje de los valientes, hay una palabra que no se pronuncia y es la palabra imposible, porque ellos saben que para Dios todas las cosas son posibles.
2- Son aquellos que defienden lo que les pertenece, todo lo que Dios les dio, como por ejemplo: su santidad, su familia, su destino y su salud. Se paran en medio y comienzan a declarar la victoria por medio de la palabra de Dios.
3- En el lenguaje de los valientes, hay una palabra que no se pronuncia y es la palabra imposible, porque ellos saben que para Dios todas las cosas son posibles.
¡Dios está buscando valientes que digan “si” a Su plan! ¡Que se atrevan a enfrentar grandes desafíos y se dejen usar por Él! ¡Este es el día donde Dios quiere transformar tus fracasos en éxitos a través de una cercanía con Su presencia!
Comentarios
Publicar un comentario